Educar para consumir y ver televisión de una manera más crítica y racional.

A pesar de existir varios puntos de llevar a cabo para mejorar la adicción a la televisión yo me voy a centrar en el que dice "Más que censurar por completo la televisión y prohibir hay que lograr que los niños hagan un uso beneficioso de ella".


Yo soy una de las personas que opina que prohibir no es el mejor camino para que la gente haga lo correcto. Todos somos personas racionales que si nos argumentan el por qué no se debe hacer tal cosa, no la haremos porque así lo pensamos, no por el temor a ser castigados. Si es cierto que con un niño no puedes razonar las cosas de la misma manera que con un adulto, pero si se lo planteas de distinta manera, con juegos, premios, etc. no tendrás que prohibirle nada. En esta página perderéis encontrar, algo más extenso, alguno de los motivos por los que creo que no se debe prohibir.


Pero para no llegar a prohibirle ver la televisión a un niño hay que empezar desde el principio a educarle, debemos ser capaces de hacerle ver que ciertos programas no son los más adecuados para él, y que existen más cosas para hacer aparte de ver la televisión, pero, ¿cómo hacemos que nuestros hijos sepan que pueden o que no pueden ver? Es fácil, si quieres que tu hijo vea cierta programación déjale que la vea, pero en el momento que termine apágale la TV, no le dejes que tenga él el mando y siempre que sea posible que el niño este acompañado mientras ve la tele. Si esto lo hacemos siempre haremos que el niño se meta en una rutina de tal manera que llegara un día que él lo haga solo y sepa diferenciar entre lo que tiene que ver y lo que no, y que sepa cuando tiene que ver la TV y cuando hacer los deberes o jugar.


Si sois de los que piensan que se debe prohibir para que no se haga algo, yo os pregunto ahora, ¿os acordáis de cuando erais unos críos y vuestra madre os decía "Carlos no te tires a la piscina" y tú te tirabas o "María está prohibido entrar en esa habitación" y lo primero que hacías cuando se iba tu madre era entrar allí? A eso es a lo que me refiero con lo de no prohibir, en muchas ocasiones conseguimos el efecto contrario.


Pero recordar que no solo es el hecho de prohibir o no que vean televisión, también depende de los programas que ustedes vean, el número de horas que dedique su hijo a ver la tele, etc. En nuestras manos está que tenga una mejor infancia.